TEORÍA
DEL COLOR PARA ARCILLA POLIMÉRICA
Muchos recordaréis haber hecho en clase de
Plástica (que es como se llamaba en mi época) una rueda de colores. Nos
enseñaban que había tres colores primarios, que son el rojo, el amarillo y el
azul, y que a partir de ellos se podían conseguir el resto de colores. Era la
parte “rollo” de la asignatura, pero era y sigue siendo una de las bases. Sólo
hay que mirar cualquier biblioteca de Bellas Artes, y ver el número de libros
que hay sobre Teoría del Color. Vamos, que la cosa daría para pasarse la vida
estudiando. De todos modos, para empezar son suficientes unas nociones, pero no
hay que perder de vista que son necesarias.
Pues de eso vamos a hablar hoy, pero
relacionado con la arcilla polimérica.
Una de las muchas gracias de éste material es
la amplia gama de colores en la que viene, pero para sacarle todo el partido
hay que saber mezclarlos. Al empezar, lo importante es saber modelar, saber
sacar las formas en definitiva, que quede pulido, bien acabado…pero una vez
hemos desarrollado nuestro ojo, nos gustaría que ese tomate en miniatura
tuviera la multitud de matices del de verdad (bueno, del de verano, porque hay
tomates que parecen y saben a plástico, pero ese sería otro tema), su toque
translúcido, y que resultara igual de apetitoso. Pues para eso, la receta es
teoría del color y un montón de experimentación.
Para mezclar dos colores, se pueden utilizar
las manos o la máquina de pasta. Pero siempre es importante que la mezcla sea
uniforme, y que no se vean estrías de un color sobre otro (a menos que
busquemos un efecto de mármol). En el caso de las manos, aplanaremos los dos
colores y los amasaremos juntos, retorciendo, aplanando, volviendo a
retorcer…hasta que formen uno solo. En el caso de la máquina, pasaremos los dos
colores juntos, y doblaremos con cuidado la lámina. Es mejor si la cortamos en
dos, y colocamos las dos piezas una encima de otra, así no atraparemos aire.
Las volvemos a pasar por la máquina, y repetimos tantas veces como sea
necesario.
Siempre hay que guardar la “receta” de un
color. Así que lo de mezclar al tuntún…mejor no hacerlo si queréis repetir ese
color. Es bueno tener una libreta al lado, para ir apuntando lo que hemos
hecho. Y también es bueno mezclar poco a poco.
Los colores primarios, según nos decían, son el
azul, el rojo, y el amarillo. Pero en realidad y para ser exactos, son el azul
cian, el magenta y el amarillo zinc.
A
partir de ellos se consiguen los secundarios y todos los demás.
Complementario
es el color que está en el lugar opuesto en la rueda de color. Para darle un
aire más natural a un color, y en definitiva para que no se note que ha salido
directamente del envase, le mezclaremos un toque de su complementario en la
rueda. Esta pequeña tontería da un aire profesional y más trabajado a cualquier
pieza.
Colores
fríos y cálidos.
Se entiende que hay colores fríos, que son
básicamente verdes, azules y morados, y cálidos, que son rojos, amarillos y
naranjas. Ahora bien, más recientemente se habla de que un mismo color puede
ser cálido o frío según la variedad: por ejemplo el amarillo zinc sería frío y
el amarillo cadmio, cálido. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de hacer
mezclas: es mejor mezclar dos primarios “cálidos” o “fríos”, porque si no los
colores quedan ligeramente embarrados.
zinc vs cadmio
Según
las marcas, los colores tienen nombres diferentes. En el caso de Premo, que es
la que distribuimos en Mxm, los colores tienen los mismos nombres que las
pinturas al óleo o acuarela, lo que facilita hacer mezclas para quien tenga
nociones de pintura, y facilita también utilizar cualquier manual básico sobre
teoría del color. También tenemos colores de Sculpey, para ampliar la gama a
quienes no os queráis complicar la vida. Los primarios en Premo son el
turquesa, el fucsia y el amarillo zinc, aunque algunos artistas utilizan el
azul cobalto en vez del turquesa. Aquí vemos una rueda completa realizada con ellos:
Como recursos para saber más recomiendo que
echéis un vistazo a la página de Pantone. Tienen los colores de temporada, y de
temporadas anteriores, y podéis ver lo que combina y lo que no, de cara a crear
ambientes y a decorar…e incluso, los que hagáis bisutería, de cara a recrear
los colores de moda. Si os podéis hacer con un pantone de verdad, no lo dudéis.
Son caros, pero son un catálogo completo de colores.
El libro de Maggie Maggio (escrito con Lindli
Haunani) y su página web http://maggiemaggio.com/color/tutorials/smashing-color-theory-blog-posts/Interesantísima su investigación
sobre la “fortaleza de tinte” de cada pigmento, y sobre los verdaderos
primarios.
También
es interesante la página http://www.colorschemer.com para obtener colores que
combinan con uno elegido.
http://www.tooaquarius.com
tiene recetas de color en la sección Tutorials, Learn, Colours. Fijaos que a
cada tono se le da una letra y en la carta de combinaciones figura la
proporción de cada uno. Eso sí, tened en cuenta que los ajustes de vuestro
monitor pueden alterar los resultados.
Y para experimentar,
os recomiendo un ejercicio descrito en el libro de Maggio. Coged revistas
viejas y recortad bloques de color. Hay que hacerlo rápido, sin mirar las
formas ni lo que representa la foto. Cuando hayáis saqueado las revistas,
tendréis un montón de recortes de color. Ordenadlos por gamas: verde, azul,
amarillo, morado, naranja, rojo. La primera información será sobre qué colores
os gustan más: yo acabé con un montón de verdes y lilas, y casi ningún amarillo
o rojo. Tal vez haya que hacer un segundo saqueo para obtener unos montones más
equilibrados.
Pegadlo
sobre una cartulina en la que habréis dibujado la rueda, y si podéis,
plastificadlo. Tendréis un catálogo de colores naturales que os será de mucha
utilidad a la hora de recrear tonos de verdad, y también a la hora de hacer
combinaciones.
Y bueno, no me enrrollo más, que este post ha resultado larguísimo. Espero que os sea de utilidad.
2 comentarios:
Cuanto aprendemos contigo.
Gracias Montse.
Feliz domingo.
Mil besos...Julia.
Gracias Montse, con tus explicaciones dan ganas de comenzar con el fimo, besos :)
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